Hacedores de paz

English version, here.

Este es un título que he tenido en mi cabeza desde hace ya unos cuantos meses, pero no me había dispuesto a escribirlo, pero creo que no hay mejor momento para publicarlo que ahora con toda esta locura del Coronavirus (COVID19).

Los últimos ocho meses he estado viviendo en Bélgica, y ha sido una experiencia enriquecedora y sobretodo retadora por muchas razones, por ejemplo, aprender nuevos idiomas, vivir lejos de mi familia y amigos, no echar a perder la ropa cuando lavo, comer lo más sano posible con mi menú de 4-5 platos, entre otros.

Pero también he tenido que sobrellevar retos en la maestría (MBA) que estoy cursando, pero no necesariamente han sido de índole académico ¿a qué me refiero? No me malentiendan, las clases han sido muy buenas pero los mayores desafíos (desde mi humilde óptica) han sido relacionados con las habilidades blandas de los participantes del programa. A parte de los innumerables ejercicios de autoanálisis y reflexión que hay que hacer (los cuáles no son mi fuerte), el día a día se trata de relacionarse y trabajar con un grupo de individuos provenientes de 20 distintos países. En total somos 42 personas con trasfondos diferentes, distintos idiomas, historias paralelas, estilos de trabajar únicos, formas de comunicación peculiares, y expectativas cambiantes que tienen que verse todos los días con tal de aprender, lograr el objetivo final de graduarnos y crear una red de contactos que nos dure toda la vida. Y déjenme decirles, no es fácil estar siempre 100% bien con todos.

Y cuando pienso en esto, se me viene a la cabeza el siguiente versículo:

Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.

Mateo 5:9 (NVI)

En algunas versiones en lugar de decir “lo que trabajan por la paz”, dice “hacedores de paz”, y esa selección de palabras me llama la atención porque implican acción, implican que haga algo. En este caso implican que haga paz. Otra versión que me gusta es la siguiente:

You’re blessed when you can show people how to cooperate instead of compete or fight. That’s when you discover who you really are and your place in God’s family.

Matthew 5:9 (MSG)

Eres bendecido cuando podés mostrarle a la gente cómo cooperar en lugar de competir o pelear. Ahí es cuando descubrís quién sos realmente y cuál es tu lugar en la familia de Dios.

Mateo 5:9 (MSG, traducido por Charlie)

Siento que muchas veces cuando pensamos en paz es en un escenario como el siguiente dónde todo el mundo está feliz y no hay problemas:

Pero la paz, al igual que el amor, es algo por lo que debemos trabajar. Esto implica esfuerzo, intención, dedicación… Cuando pienso en hacedores de paz, obviamente se me viene al pensamiento la imagen de personas como Gandhi, quién luchó por la paz en su país de forma intencional. Pienso en Martin Luther King Jr. dando un discurso expresando su sueño por un mundo sin discriminación racial.

Pienso en muchos otros casos, pero especialmente pienso en Jesús. Pienso cómo Él siendo Dios, se hizo hombre para lograr la mayor pacificación de todas, aquella que traía paz entre nosotros y Dios. Indiferentemente si compartís mi fe, me parece un ejemplo muy tangible de cómo hacer paz implica muchas veces dejar nuestras posiciones de privilegio con tal de buscar que nuestro alrededor esté en mejores condiciones.

En la maestría, por ejemplo, debo trabajar por estar en paz con la gente a mi alrededor, cuando no entienden mi sentido del humor y debería disculparme si ofendí a alguien, cuando alguien hace un comentario fuera de tono y debería señalarle lo que está haciendo, cuando un par de compañeros se enojan entre ellos y debería ayudarlos a reconciliarse en lugar de echar carbón, cuando alguien entrega una cochinada de trabajo y debería hacerle saber de forma constructiva su falta de compromiso en lugar de quejarme detrás de su espalda… y esos son solo algunos ejemplos de un ambiente específico para que entiendan mi idea. Pero esto es escalable a cada uno de los escenarios dónde se encuentre nuestra vida (familia, amigos, trabajo, gimnasio…), y quiero traerlo al contexto actual del COVID19.

Una gran parte de nosotros estamos en cuarentena, en nuestras casas y si tenemos suerte estamos acompañados por nuestras familias. Pero seamos sinceros, el cautiverio permanente aún con personas que amamos puede llegar a ser una verdadera prueba.

Entonces nos pregunto y nos reto ¿cómo puedo hacer paz en estos momentos? No sé, acá van una serie de ideas que se me vienen a la cabeza:

• Procuremos tener la casa y nuestros espacios limpios y ordenados.
• Conversemos en lugar de estar pendientes del teléfono o el televisor.
• Llamemos a nuestros abuelos que son la comunidad más vulnerable para que no se sientan solos.
• Tratemos de, en la medida de nuestras posibilidades, comprar a negocios locales que necesitan nuestra ayuda.
• Escribimos una carta de aliento a gente que esté los hospitales siendo tratada.
• Enviemos un Whatsapp de agradecimiento a nuestros amigos del sector salud (doctores / enfermeros) que están trabajando en esta crisis.
• Hagamos un poco de ejercicio y meditemos para procurar que nuestra cabeza libre estrés.
• Saquemos el rato para revisar nuestras finanzas y pensar cómo estar libres de deudas.
• Llamemos a amigos y tomémonos algo online para recordarnos que no estamos solos.
• Si tenemos a alguien a nuestro lado, abracémonos y démonos cuenta que somos frágiles y efímeros y más vale estar en paz los unos con los otros.
• Reciclemos y busquemos que también nuestro medio ambiente esté en paz.
• Si tenemos algún problema con alguien, este es un bueno momento para buscar estar en buenos términos.

Esta es solo una pequeña lluvia de ideas para que nos motivemos a hacer paz en estos momentos, pero sobre todo que nos quede el chip en nuestras cabezas para seguir persiguiendo esto cuando la crisis se acabe. Que la piedad y la bondad sea el principal resultado que saquemos de esta situación a parte de una cura para el COVID19, porque otros retos con necesidad de paz esperan nuestra intervención.

Seguimos adelante. Paz,

-Charlie!