¡Feliz cumpleaños Ma!

Máxima Josefa de los Ángeles Chacón Agüero, alias Mireya, alias Ma. Esa es una de mis abuelitas y mañana cumple años: 79 para ser exactos (no le cuenten que les dije el nombre real ni la edad, que sino me mata). Su ex-esposo es Fernando Sandí Bermúdez, alias Abuelito Fernando, un carpintero de la zona de los Santos de ya 83 años.

La cumpleañera en cuestión

Mi otra abuelita se llama Gladys Ruiz Castillo, alias Tita, y en un mes cumplirá 88 años de los cuales tiene 83 de ser muy saprissista, ya que su esposo (Abuelito Miguel Ramírez q.d.e.p.) jugó en el primer combinado del equipo más grande de la historia costarricense (¡gracias por la herencia morada Tita!)

Ahí donde la ven chiquitilla, es re-matona. Un roble Tita.

Esto quiere decir que tengo un 75% de mis abuelitxs con vida, pero siendo sincero con ustedes a veces (la mayoría del tiempo) actúo o pasan mis días como si no tuviera ningunx o como si no existieran. No lxs llamo, no lxs visito, no pienso en ellxs.

Pero a veces sí me acuerdo. Por ejemplo, hace poco mis papás andaban de viaje, e invité a Ma a quedarse con nosotros esas dos semanas, y fue súper lindo compartir con ella en las mañanas y cuando llegaba en la noche a acompañarla. Ella es experta en hacer banquetes a partir de los sobros, así que no es necesario contarles que comí como un rey esos días. Y también íbamos al jardín y regábamos las plantas. Cuando le tocó irse de vuelta a su casa me contó que iba a extrañar el tamaño del tele, la compañía de las “saguatas” como le dice a nuestras mascotas, y el hablar conmigo o mi hermano cuando veníamos del trabajo. Otro ejemplo fue el día después del Día de la Madre de este año, que fui donde Tita y le llevé Rostipollos, almorzamos, hablamos (como siempre) del Saprissa y me contó (una vez más) sobre su historia como empleada ejemplar de la Caja Costarricense del Seguro Social. Cuando me estaba yendo me dijo: “Carlitos acuérdese que tiene una abuela acá en Desamparados y que lo quiere mucho”. ¡Auch! (#Lloreconmigopapi).

Lastimosamente no tengo muchas historias que contarles con mi abuelito Fernando, pero lo último que recuerdo fue verlo llorar cuando vio a mis primitos tan grandes. Y está situación con cada uno de ellxs es algo tan sencillo por solucionar: hablar, compartir, acompañar. Eso es todo lo que ellxs quieren/necesitan.

“ Pero, si una viuda tiene hijos o nietos, que estos aprendan primero a cumplir sus obligaciones con su propia familia y correspondan así a sus padres y abuelos, porque eso agrada a Dios.” 1 Timoteo 5:4 (NVI)

No es fácil crecer. Y mucho menos envejecer. Ver como tus capacidades físicas y mentales se disminuyen muchas veces. Ver cómo tu generación pertenece más a los libros o registros que a la vida misma. Ver cómo vas quedando “obsoletx”. Sentirte solx. Y la verdad a veces no ayudamos. Este post no es para hacernos sentir mal ni mucho menos. Sino para llamarnos a la acción. A esa acción que agrada a Dios: a cuidar de nuestras manadas. A honrar a nuestros patriarcas. Se podrán haber equivocado muchas veces, podríamos estar en desacuerdo incontables ocasiones… pero eso no es condicionante como para no cuidarlos y amarlos.

Como les decía, Ma ya tiene 79 años. Tita 88. Abuelito Fernando 83. Y no sé cuántos más les quedan. No sé cuántos más me quedan ni siquiera a mí. Pero no quiero que se me escapen las oportunidades para hacerlos felices a ellxs, a mis papás, al resto de mi familia y amigos cercanos.

“Los nietos hacen felices a los abuelos…” Proverbios 17:6 (BPT)

Esta es una invitación a que amemos fuerte e intencionalmente a quiénes sí tenemos cerca y accesibles porque no sabemos cuánto tiempo nos queda para hacerlo.

Liniers con un poco de sabiduría (“Hola Roma”, comic completo here)

¡Feliz cumpleaños Ma!

Con los nietos

-Charlie!