Esta es una entrada al blog muy diferente. No la escribí yo, sino mi amigo Daniel Berrocal. Espero que la disfruten y los motive a buscar equilibrio en sus vidas.
– Charlie.
¡Saludos a todos!
Me gustaría compartir con ustedes la emocionante travesía que estoy viviendo en este momento de mi vida. Después de años dedicado al mundo de la banca, decidí dar un giro radical. ¿Qué me llevó a tomar esta decisión tan audaz? Fue la búsqueda de un equilibrio entre el tiempo de calidad con mi hijo, la exploración de nuevos horizontes y la liberación de las restricciones laborales.
Esta oportunidad única surgió de la mano de mi esposa, luego de intensas conversaciones sobre nuestras metas y sueños compartidos. El nacimiento de mi hijo, Sebastián, transformó por completo mi perspectiva sobre el tiempo y el propósito en la vida. ¿Se imaginan esa sensación? Es como encontrar la clave de un enigma, una fórmula mágica para la felicidad.
Ser padre implica estar presente, pero también implica tomar decisiones con riesgos calculados. Tengo una multitud de ideas esperando ser exploradas, libros ansiosos por ser devorados y una pasión ardiente por la innovación y los negocios. En este sentido, cada paso que doy en el mundo empresarial es como un juego de ajedrez, donde cada movimiento está cuidadosamente considerado.
Ser padre implica estar presente.
Daniel Berrocal
Tomar la decisión de cambiar de rumbo no fue fácil, requirió valentía y una cuidadosa evaluación de riesgos y beneficios. Me enfrentó al prejuicio de que los hombres no pueden renunciar para cuidar de sus hijos y a la falacia de asociar trabajar de forma menos estructurada con menor productividad. Esta decisión me llevó también a desafiar las convenciones tradicionales sobre el éxito y adoptar una definición más genuina y gratificante. Priorizar mi tiempo en función de mis prioridades implica aprender a decir “no” a lo que no contribuye a mi crecimiento personal y profesional.
Esta elección forma parte de un plan a largo plazo, en la que la gestión del tiempo se convierte en una habilidad crucial. Al priorizar, puedo dedicar tiempo de calidad a lo que realmente es importante para mí: mi familia, mi desarrollo personal y mis proyectos profesionales.
No puedo predecir con certeza lo que depara el futuro, pero estoy seguro de una cosa: esta etapa de mi vida será recordada por mi, mi esposa e hijo como un momento de coraje, crecimiento, tiempo de calidad y realización personal. Y con eso, me siento como alguien que ha encontrado su camino hacia el éxito.
-Berro!