Estaba leyendo sobre un artículo sobre cómo ser más productivo, que a resumidas cuentas enumeraba 10 tips de cómo lograrlo. Pero hubo uno de las puntos que saltó a mi vista:
ELIMINAR LAS DISTRACCIONES
“Cualquier cosa que interrumpa su trabajo cuando se encuentre en estado de Trabajo Profundo y/o no contribuya a la vida que desea construir se clasifica como una distracción.” (Silvestre, 2018)
Si me preguntaran qué me distrae en el día a día, creo que yo mencionaría algo como las redes sociales o Netflix. Pero creo que hay muchas más cosas / actitudes / personas / complejos / miedos / … que no nos dejan avanzar. Por eso creo que esa última parte de la frase que puse arriba me confronto muchísimo.
Las distracciones pueden dividirse en tres grupos principales:
- Físicas: como las posesiones
- Intangible: como la tecnología y redes sociales
- Personas.
No hay nada más molesto que “estar enrachado” trabajando o haciendo algo que nos gusta solo para distraernos con una notificación de Facebook o Instagram, pero que feo es que esa distracción sea una relación tóxica en nuestra vida que no nos recuerda nuestro valor inmensurable como seres humanos.
A veces hay que sacar el rato para sacar lápiz y papel para identificar y enumerar las distracciones en nuestras vidas. El primer paso comienza con ser consciente de esas cosas, personas, actitudes o circunstancias que nos distraen. Hay que reconocer cuáles son esos malos hábitos o relaciones para seguidamente continuar con su eliminación. No nacimos para vivir en un estado de fricción perenne que nos frustre más de lo que nos apasiona.
No te desvíes ni a diestra ni a siniestra;
apártate de la maldad. — Proverbios 4:27 (NVI)Guía mis pasos conforme a tu promesa;
no dejes que me domine la iniquidad. — Salmo 119:133 (NVI)
Como les decía, no tenemos que dejar que esas distracciones nos dominen y nos desenfoquen de lo que queremos en nuestra vida:
- Si el rencor no te deja avanzar, es momento tal vez que mejor perdonés y sigás adelante.
- Si una persona cercana te minimiza, es momento que sepás que sos un ser humano increíble y que Dios te ama con eterno amor.
- Si las stories de Instagram consumen más que tu rato de almuerzo, es tal vez momento que borrés la aplicación y la usés solo los fines de semana.
- Si solo pensás en cómo vas a llegar a la quincena, tal vez solo tenés que buscar algo de ayuda con la gente que te quiere.
- Si solo peleas con tu pareja y eso no te deja avanzar o ser feliz, hablalo, no hay mejor momento para hacerlo que ya.
- Si solo pensás en cómo lograr el ascenso en el trabajo, dejame decirte que hay familia o amigos esperando verte, y que ya te quieren tal y como sos. A veces se vale parar.
- Si solo te distraés pensando que no sos suficiente, tenés que saber que tenés dones y capacidades únicas y tenés que encontrar cómo explotarlas, y está bien no saberlo inmediatamente. Todos estamos en lo mismo.
- Si te acompleja no ser “excepcional”, es momento de entender que hay belleza en lo ordinario y cotidiano, y que la vida se escapa si no aprovechás el ya y el ahora.
Es momento de callar esa bulla que no nos dejan avanzar como personas. Y como dije antes, una vez que callamos esas distracciones, las eliminamos. No tenemos que malabarear con tanto en nuestras manos.
Entre menos tengamos en nuestros mundos, más nos podremos concentrar en hacer las cosas bien, con pasión y con el amor que merecemos experimentar. Pongamos atención en las cosas que valen la pena.
-Charlie!