Ale y Mich se casaron

En serio vieran lo que me gustan las bodas. La fiesta y la alegría que se contagia es algo que me encanta experimentar. Pero siempre me gusta pensar en la mística de lo que se está viviendo ahí:

  1. Dos personas decidiendo pasar indefinidamente el uno con el otro hasta un momento de mortalidad.
  2. Dos personas incluyendo en esa unión a Dios, generando un vínculo aún más sólido y trascendental… ETERNO.
  3. Muchas personas siendo testigos de ese compromiso, reflejando la importancia de la comunidad y la familia.
  4. Una celebración con comida, con bebida que nos recuerdan que la vida se disfruta, se saborea.

Hoy dos de mis mejores amigos se casaron, y el factor común en la ceremonia fue uno: El amor de Dios. Y hoy una vez más recordé que de eso se trata. De Dios y solamente Dios.

David (uno de mis grandes líderes) casando a mis amigos Ale y Mich

Ale me dijo ahora que lo felicitaba: “Mae yo estaba emocionado por claramente casarme con Mich y lo que ella significa, pero quería que Dios se viera glorificado”, y vaya si así fue.

Una vez más recordé que “nada tiene sentido y todo es correr tras el viento” sino aceptamos la invitación de hacer que “cuente”. Gracias David por recordárnoslo hoy.

Gracias Ale. Gracias Mich. Gracias Dios. Muchas felicidades.

-Charlie!