Ayer Sol y yo decidimos descansar. Nos levantamos tarde (bueno como a las 8:00 am, que es tardísimo para nosotros), vimos una serie (buenísima por cierto, sobre los Lakers en HBO) y Sol sugirió hacer algo diferente:
– “¿Por qué no vamos a comprar un caballete, pinceles y témperas y pintamos?”
A lo que mi reacción incial fue: “Mae yo no sé pintar, que pereza hacer algo en lo que apesto”. Pero dichosamente escuché a mi Geroge Constanza interno y decidí hacer lo opuesto a lo que naturalmente elegiría y dije: “Ok, démosle”.
Ya con las cosas compradas y el espacio de trabajo listo empezamos a pintar. Cada uno con ideas y estilos diferentes. Sol más colorida y atrevida, yo más sobrio y calculador. Solo habían pasado algunos pocos minutos cuando ya pensé: “¡Esto es realmente difícil!”. Por más que me esforzara mis trazos no eran tan rectos y limpios como esperaba, por lo que acerqué mi mirada con mayor detenemieitno a los detalles, me concentré y puse más de mi parte. De toda la experiencia me nacieron varios pensamientos:
- No voy a volver a decir: “Yo podría haber hecho eso” con tanto osadía cuando vea una obra de arte que no considere tan “elaborada”. Eso es una falta de respeto a los dones, trabajo y vulnerabilidad de cualquier artista.
- Hoy tenía un set de +10 pinceles, pero solo utilicé 2. A veces utilizamos un número limitado de herramientas cuando en realidad podemos aprender más o pedir ayuda a personas/herramientas que nos ayuden a tener un mejor resultado. El resultado final estoy seguro que será más completo si nos atrevemos a aprender, explorar y colaborar.
- Que importante es conectar con nuestros seres queridos poniendo esfuerzo en hacer cosas que nos gustan y explorar nuevas actividades. Las relaciones humanas requieren esfuerzo y consideración para mejorar constantemente.
Llevaba mucho tiempo de no escribir por lo que se siente extraño tal como ayer que pinté. Solo queda retomar. Tal vez ahora cada vez que escriba haga las ilustraciones yo. O mejor no. Quién sabe, pero sí sé que me voy a esforzar por probar cosas, sobre todo aquellas que me ayuden a construir a mi alrededor.
– Charlie!
P.D. Según mi amigo Gerardo, mi arte le evocaba algo de “constructivismo ruso“. Ok, lo tomaré como un cumplido y seguiré mi camino como el camarada artista Ramírez.