LeBron James y las bendiciones diarias

Las personas que me conocen saben lo mucho que me gustan los deportes, en especial el fútbol y el básquet (les prometo que este es un post más filosófico que deportivo). Hoy empezaban las finales de conferencia de la NBA y en una de las esquinas están los Cleveland Cavaliers con su referente estrella LeBron James, o como algunos le dicen: El rey (King James).

G.O.A.T?

Alrededor de este jugador orbita constantemente una pregunta: “Is he the G.O.A.T (Greatest Of All Time)? // ¿es el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos?” Y no les podría explicar la cantidad de veces que me he enfrentado a ese debate con diferentes amigos cuando pretendemos ser expertos analistas basquetbolísticos de altísimo calibre. Claramente la pregunta tiene más detractores que defensores, ya que al parecer ya existe una respuesta predeterminada la cual es imposible cuestionarla: “No mae, el G.O.A.T es y será únicamente Michael Jordan, es que usted no lo vio jugar como yo lo vi jugar”.

Siendo justos con Mike, él es el más GOAT de todos porque venció a los Monstars

Y no tengo ningún problema con Michael Jordan, pero sí me he llegado a dar cuenta que muchas veces el quedarnos pegados en el pasado de la mano de la nostalgia no nos ayuda a ver las bendiciones del día de hoy. Y esto pasa con muchas área más de nuestra vida:

  • ¿Messi o Maradona?
  • ¿Pelé o Cristiano Ronaldo?
  • ¿El cole o la U?
  • ¿Blink-182 con o sin Tom?
  • ¿Este trabajo o mi brete anterior?

Como decía la semana pasada, lo único que realmente tenemos es el YA en el AQUÍ, y la pregunta es cómo lo vamos a disfrutar. Una amiga de la U (saludos a Cami), posteó el día de hoy la siguiente foto en Instagram, y hubo una frase que quedó rebotando en mi cabeza hoy cuándo decidía sobre qué escribir hoy:

Se ganó el like el guato

Count your blessings”, es decir “cuenta tus bendiciones”. Y es que en serio ¿cada cuánto nos detenemos a hacer esto? Yo tal vez no recuerdo tan vívidamente a Michael Jordan, pero les puedo asegurar que soy un fanático empedernido de Kobe Bryant, y el apegarme demasiado a mi G.O.A.T, muchas veces me privó de aceptar también la grandeza y calidad que tiene LeBron James, pero he entendido que (por lo menos para mí, como aficionado del básquet) ver al Rey es una bendición y debería estar agradeciendo a mi vida la oportunidad de poder disfrutar su calidad y espectáculo. Y creo que bajar un poco la guardia nos llevaría muchas veces a ser más agradecidos y contar las bendiciones que tenemos hoy. Por ejemplo, Cami ha tenido más perros, pero si viviera a la sombra de los que ya se han ido, tal vez no disfrutaría tanto su cachorro de 3 años hoy que le enternece el corazón.

Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación…

1 Tesalonicenses 5:16–18

Como dice el dicho “recordar es vivir”, y sí es así porque nos permite hacer recuentos de dónde hemos estado y cómo hemos evolucionado, pero creo que no se valevivir para recordar” porque así se nos va la vida sin seguir adelante y sin disfrutar. Ayer, uno de mis raperos favoritos Chance The Rapper dio el discurso en la ceremonia de graduación de la Universidad de Dillard, y decía lo siguiente:

La forma más alta de respeto que podemos pagar a las personas que vinieron antes que nosotros, las personas que se sacrificaron por nosotros y nos dieron todo, es ser mejor que ellos.

Y yo creo que es una invitación a que sigamos adelante. Que le pongamos ganas a nuestro día a día para ser mejores. Que disfrutemos nuestras bendiciones diarias y no nos quedemos estancados en las trascendentales memorias del pasado.

Hoy hace 14 años me enamoré del baloncesto, un día que Derek Fisher anotó una canasta ganadora con solo 0.4 segundos, pero ya eso pasó y más bien me quiero disponer a disfrutar estas finales con todo lo que traigan.

Ojalá que ganen los Golden State Warriors eso sí…

“I can do all things…”

-Charlie!